martes, 14 de mayo de 2013

Buscando respuestas I: justificando mi fe

Todos tenemos momentos en los que debemos buscar nuestra identidad y nuestro lugar en el mundo, yo busqué dos veces mi lugar en donde no puede estar ni por si acaso, a continuación cuento la primera.

Yo nací y fui bautizado como católico, después de mi primera comunión me quedé en la iglesia como monaguillo, y luego fui acólito, admiraba mucho al cura, que llamaremos Padre Sebastián, y en aquellos años consideré la opción de ser sacerdote, una tarde después de entregarle unas cartas del vicario general de nuestra diócesis le comenté que terminando el colegio quería entrar en La Compañía de Jesús (no fui a colegio de curas y nunca supe porqué los jesuitas me llaman tanto la atención), el Padre Sebastián me miró sonriente, me dijo que la Biblia manda a los cristianos a estar siempre preparados para justificar el origen de su fe, citando 1 Pedro 3, 15; luego me pidió que justifique mi fe y mi decisión para el próximo domingo.

Con palabras tan bonitas como vocación de servicio, entre otras, pude justificar mi decisión, pero no pude justificar el origen de mi fe, el Padre Sebastián me dijo "no hay problema, tómate tu tiempo".

¿Cómo decidí justificar mi fe?

Leyendo, leí anotando detalles, prestando atención, investigando, razonando cada cosa que leía y preguntando lo que no entendía, leí (en esa época) tres veces la Biblia al completo, tres veces el Corán completo, conseguí con ayuda de una amiga judía una Torah que leí dos veces completas, también con un compañero de curso conseguí el Libro de Mormón y lo leí dos veces completas, leí varios sutras tanto hinduistas como budistas, me informñe todo lo que pude sobre distintas creencias, y estudié todo lo que pude estudiar de teología, le hice caso al Padre Sebastián y me tomé mi tiempo, como 6 años y medio.

¿El resultado?

Durante años he leído todos los libros sagrados de la humanidad que he podido leer, y sigo haciéndolo de vez en cuando, y he estudiado toda la teología que pude haber estudiado, por eso soy ateo.